viernes, 17 de septiembre de 2010

EL ENIGMA DE LAS MASCARAS DE PLOMO





En Agosto de 1966, el inspector José Bittencourt de la brigada de homicidios de Río de Janeiro se enfrentaba a un caso extraño e insólito a cuantos había investigado en su larga trayectoria profesional.

Los cuerpos sin vida de Manuel Cruz y Miguel Viana, ambos ingenieros de la televisión brasileña, yacían inertes en un terraplén de la cima del cerro Vintem. Junto a los cadáveres, a poca distancia de sus rostros se hallaron unas mascaras revestidas de plomo. En la escena del presunto crimen también se hallaron 2 notas con un contenido sumamente extraño.

Pese que intentaron descifrar el enigmático mensaje nunca dieron con la incógnita. En la primera nota podía leerse:

Domingo: una píldora después de la comida

Lunes: una píldora después del desayuno

Martes: una píldora después del almuerzo

Miércoles: una píldora al acostarse


La siguiente nota rezaba lo siguiente:

A las cuatro y media de la tarde, estar en el lugar fijado

A las seis y media tragar la píldora

Después, proteger la cara con metal y esperar que aparezca la señal


El medico forense encargado de practicar las autopsias dictamino que:”todos los órganos funcionaban normalmente, después de una investigación detallada, nos es imposible determinar la causa de la muerte”. Una de las hipótesis que mas se barajaron fue un ajuste de cuentas o un simple robo, sin embargo el padre de Miguel Viana… su hijo y Manuel Cruz (ambos familiarizados con los temas de ufología) de alguna manera habían mantenido contacto directo con un OVNI y los habían asesinado…

El inspector Bittencourt no daba credibilidad a las palabras de un padre desconsolado por la muerte de su hijo.
Como dato curioso cabe destacar que la misma noche del incidente, una vecina de la zona alego haber observado en los alrededores del cerro Vintem un objeto circular de gran tamaño de color verde deslizándose hacia la cima a gran velocidad.

A pesar de que existían evidencias que descartaban que la muerte de los dos hombres no se había producido en aquel apartado lugar… el caso nunca se resolvió quedando el expediente de las mascaras de plomo archivado…

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